sábado, 31 de octubre de 2009

Todo a negro

Pequeñas delicias del soul y del jazz...

 
UNA DIVA

Maysa Leak se ha convertido en estos últimos tiempos en una de mis cantantes preferidas. Nació en 1966 en Baltimore, EE.UU. y saltó a la fama por su participación en la excelente banda británica de funk y soul Incognito. Allí grabó dos discos: Tribes Vibes And Scribes (1992) y Positivity (1993). Luego de esta experiencia se largó como solista, continuando con la línea del soul, el smooth jazz y el rhythm & blues.  En 1995 salió Maysa y en 1996 volvió a colaborar con Incognito en el álbum Beneath The Surface. Su segundo álbum de estudio, All My Life, llegó en 2000 producido por Jean-Paul Maunick, el líder de su antiguo grupo. A partir de entonces repartió su trabajo entre sus colaboraciones con la banda británica y sus álbumes en solitario: Out Of The Blue (2002), Smooth Sailing (2004) y Sweet Classic Soul (2006). En 2007 llegó Feel The Fire y en 2008 Metamorphosis.




Mirrors - Del álbum All My Life.




Playing Your Game, Baby - Del álbum Sweet Classic Soul.


DEDOS DE ORO


Ronny Jordan es un monstruo de la guitarra al que vengo siguiendo desde que debutó con el monumental The Antidote (1992), una de las joyitas del género acid jazz. Este londinense nacido en el año 1962, reconoce como a sus principales influencias a los genios Wes Montgomery y George Benson, y ya se nota desde su primer álbum. De allí resultan imperdibles los cortes After Hours y su versión del So What, de Miles Davis. No obstante, con el tiempo Jordan ha ido ampliando su espectro musical incursionando también en los terrenos del funk, el soul y el rhythm & blues. Hasta el momento lleva editados 7 discos: el mencionado The Antidote, The Quiet Revolution (1993), Light To Dark (1996), A Brighter Day (2000), Off The Record (2001), At Last (2003) y After 8 (2004). Todos ellos en el mismo estilo elegante, exquisito y sensual.




So What - Del álbum The Antidote.




In Full Swing - Del álbum The Quiet Revolution.

1 comentario:

Armando De Giácomo dijo...

Es que esa es la idea: que no paren de escuchar.