lunes, 5 de octubre de 2009

Insufribles de la Caja Boba (y afines)




Uno de los primeros posts de Digital Ayatollah fue el de los Insufribles, personajes que, por actitudes o costumbres, encarajinan determinados momentos de nuestra vida cotidiana. Desde aquel entonces, pensé en elaborar otra lista similar pero con figuras y situaciones de la TV. Aquí se las dejo y, como dije en aquella oportunidad, acepto colaboraciones.


Las telenovelas que repiten las mismas fórmulas: falsos embarazos, hijos ocultos, malos que pueden hacer de todo, falsas enfermedades, encuentros “casuales”, besos que son vistos por la persona incorrecta, confesiones secretas que se escuchan hasta en la Luna, etc, etc, etc...


Las cámaras ocultas donde la víctima (generalmente una modelito o vedetonga) finge no saber nada a pesar de haber caído ya varias veces... ¡¡y con los mismos tipos!!

Las guarangadas, gritos de tribuna y chistes fáciles que se escuchan en off en el programa de Marce cuando aparece un culo o un par de tetas.

Las sistemáticas interrupciones autorreferenciales de la Señora: que cuando estuvo en Cuba, que cuando estuvo en Paris, que cuando filmó con no sé quien, que cuando ganó la Pindonga de Oro, etc.

Las cagadas a pedos en cámara del Inventor de la Televisión.

Los periodistas de chimentos que en un segundo hacen mierda a un excelente actor o músico solo porque no les dio una nota.

Los “debates” a rostros serios sobre cuestiones tales como la pelea entre dos gatos de cuarta o la separación de algún “4 de copas”.

Los que usan la frase “la gente me para por la calle...” para hacer creer que son populares.

Los noteros que no paran hasta saber si el entrevistado está de novio, si se va a casar, si está esperando un hijo o si se va a separar. En los 4 casos la insistencia durará mientras el tipo lo desmienta (precisamente esa incomodidad es lo que atrae de la nota y envalentona al notero); una contestación del estilo “está bien, pongámosle que estuviera de novio con fulanita... ¿y?” desarticularía la intención del reportaje.


Los movileros/metepúa que pinchan hasta el cansancio para que el entrevistado se pelee con un colega.

Los noteros que abusan de la “pregunta/afirmación”. Situación 1, micrófono a un actor en la puerta de un teatro: “contento porque estrenás una obra y además estás terminando de filmar una peli...” (es para contestarle “ya que sabés tanto para qué preguntás”, ¿no?). Situación 2, micrófono a un futbolista apenas termina el partido: “partido complicado, hoy; Sporting Garompa les planteó un esquema súper defensivo y les cerró el arco...”.

Las notas “de color” en la Terminal de Ómnibus de Retiro cada cambio veraniego de quincena o en vísperas de Semana Santa (“¿A dónde van?”, “¿De dónde vienen?”, “¿Cuántos días se quedan?”, “¿Van con mucho equipaje?”, “¿Llevan a la abuela?”, etc).

Las notas en la calle cada vez que sube o baja la temperatura.

Las notas en las escuelas cada vez que empiezan las clases.

Las notas en las librerías y en los negocios de guardapolvos antes de que empiecen las clases.

Los noticieros que ante cada catástrofe en el mundo (terremoto, caída de avión) averiguan si hubo alguna víctima o sobreviviente argentino (como si aportara algo a la cosa o le diera categoría al desastre).

Los comentarios babosos de los conductores de noticieros y el reto celoso de sus compañeras al regresar de una nota sobre alguna mina que está buena.

Las publicidades pre-Mundial de Fútbol en las que se exacerba un nacionalismo triunfalista que apesta.

Las ya clásicas publicidades veraniegas en las que una multitud de vagos sub-30 se amontonan en dancing playero al ritmo del tema pegadizo de moda (generalmente son de cerveza o de alguna bebida fashion).

Las tapas de algunas revistas de actualidad con las mismas de siempre y los mismos títulos: “estoy en mi mejor momento”, “los 40 me encuentran plena”, “volví a creer en el amor”, "me calientan los amigos de mi hija", etc, etc, etc...

Las vedetongas que se las arreglan para ser noticia con cualquier huevada: que le tocaron el culo en el colectivo, que le rayaron el auto en un estacionamiento, que se le quemó el pollo en el horno, que se intoxicó con un chupetín...

Las que se sacan primeros planos de tetas, intestinos y vejiga y luego explican sonrojadas y haciéndose las tontitas “ay!, fueron fotos muy cuidadas...”.

Los que llevan dos semanas y tres días en la televisión y ya hablan de “mi carrera”.

Las que se la pasan llorando y tirando mierda por todos los programas de chimentos luego de ser eliminadas de lo de Tinelli.

El forzado clima festivo de algunos programas de juegos y entretenimientos (años atrás los participantes eran gente común y tranquila; hoy parecería que hacen castings para elegir a los más cancheros o a los más payasos).

2 comentarios:

Unknown dijo...

Armando

Por lo visto te pasas unas cuantas horas frente a la TV ya que te conoces todos sus personajes. La unica forma de combatir la TV es apagarla.

saludos

Horacio

Armando De Giácomo dijo...

Es que lo veo en TVR, jajaja!!!
(la excusa que damos los que renegamos de la TV pero estamos al tanto de todo).