domingo, 19 de agosto de 2012

¿En qué quedamos, muchachos?

La mano viene más o menos así: en base a una investigación periodística, Lanata denunció que la organización juvenil conocida como “La Cámpora” está ingresando en las escuelas para realizar trabajos de adoctrinamiento político, obviamente kirchnerista. Los aludidos, por supuesto, apelando a una colección de creativos y cuidados eufemismos (en estas cuestiones ha hecho escuela el amigo Horacio González), salieron a decir que no es tan así. El Ministro de Educación, por ejemplo, manifestó que solo se trata de “jóvenes que construyen ciudadanía y participación” y la Presi declaró que simplemente lo hacen para “formar argentinos”. Tomá mate. Desde la vereda de enfrente, en cambio, solo se escucharon quejas, gritos horrorizados y se habilitó una línea gratuita para efectuar la denuncia en caso de que esto llegara a ocurrir en algún establecimiento porteño. O sea, hasta acá quedaron bien claritas las posiciones: el oficialismo defiende estas prácticas y el resto se opone. Anotate esto último.
Pero hete aquí que esta semana descubrieron un manual que distribuye el Gobierno porteño entre alumnos de séptimo grado, en el cual figura como hito histórico la llegada del PRO -o sea el Mauri- a la Ciudad de Buenos Aires. Je, picaruelos... ¿Y quiénes saltaron como leche hervida indignados? Sí, adivinaste: todos los que un par de días atrás defendieron fervientemente el trabajo de “ciudadanía y participación” de La Cámpora. A ver, muchachos, o permitimos todo o no permitimos nada. No podemos justificar algo si nos cae bien y defenestrarlo si no nos conviene. Hace mal la tropa K en indignarse por esta propaganda PRO, pero también hacen mal los Macri boys en enojarse primero, sabiendo que existía este manual. Además, si no me equivoco hay una ley que prohibe este tipo de actividades y propagandas. ¿Dije ley? ¿Qué es eso?
Pasan los años y el subjetivismo político aun sigue vivo y goza de buena salud. Todo es más de lo mismo. Todo se juzga según el color o la ideología. Hace poco pesqué un tweet de un falso Gabriel Rolón(1) que no por apócrifo dejó de generarme un montón de contradicciones e interrogantes. Es que, en definitiva, se intuye desde dónde proviene y refleja el pensamiento de muchos:
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Correcto, supongamos por un momento que sí (que podés ser un pelotudo). Ahora digo yo... si te molestaba el enriquecimiento de Menem y no te molesta el de los Kirchner; si te molestaba el bloqueo a la planta de YPF y no el bloqueo a Clarín; si te molestaron las declaraciones de Biolcatti y no las de Fito(2); si te molestan los paros estudiantiles en Provincia pero no los de Capital; si te molestaba Cobos y no te molesta Mariotto; si te molesta el monopolio de Clarín pero no te molesta el de Cristóbal López; si te molestaba el glifosato para la soja pero no te molesta el cianuro de la minería; si te molestaban las “relaciones carnales” con EE.UU. pero no te molesta que hagamos negocios con la dictadura de Angola; si te molestaba que hablaran mal del “compañero” Moyano y no te molesta que hoy intenten destruirlo; si te molestaba que bloqueen económicamente a Paraguay pero no te molesta que lo ahoguen a Scioli... ¿Qué sos?


(1) Él mismo se encargó de aclararlo, manifestando que es incapaz de insultar a nadie, así piense distinto.
(2) Ambos con distintas palabras descalificaron a los votantes; Biolcatti a los de todo el país y Fito a los de Capital.

domingo, 5 de agosto de 2012

El que apuesta al peso gana

Días pasados, la Presidenta presentó el nuevo billete de 100 mangos, cuyo anverso muestra la cara de Eva Perón. Como ocurre con cada puta cosa que sucede en la Argentina, se desató la polémica. Raro, ¿no? Que Evita sí, que Evita no; que Roca sí, que Roca no... Controvertido y todo, el emprendimiento fue un verdadero éxito y ya estarían circulando los papeles de una gamba con ilustraciones de otros tantos personajes de la política local. Cada cual con su característica, por supus. Ya que nos retacean a Franklin, Grant y compañía, al menos con estos muchachos –y muchachas- nos vamos a divertir bastante.
Ideal para entregarlos si sufrís un asalto en la vía pública o una “entradera” en tu casa. Aunque los chorros no encuentren la cantidad que deseen, se van a ir chochos porque la aman. En consecuencia vos los vas a entregar con gusto y te va a quedar la “sensación” (¿te suena esa palabrita?) de que bajó el delito.
Son billetes de 100 pesos pero, como se puede apreciar, ya tienen incluida la inflación. Y no la del INDEC. Es una moneda muy versátil y elástica: podés comprar desde guantes de box hasta cosechadoras en Angola. El hilo de seguridad es en realidad un mini GPS que inutiliza el billete apenas te acercás a un lugar donde venden dólares. Dicen que en el Mercado Central circula una especie de Moreno “blue” con la leyenda “Clarín miente”.
A pedido de su protagonista, no se difundirá muchas veces su existencia para que no se convierta en una temática de la derecha.
En la Provincia de Buenos Aires tienen mucho poder de compra. Ya hay varias carpinterías que están haciendo descuento para palos en las ruedas y ferreterías que ofrecen promos de limas para esmerilar gobernadores. Al momento de la foto el vice fue tajante: “Quiero salir solo, no me pongan con famosos”. Dicen que en el dorso de los billetes, en lugar de la leyenda “en unión y libertad” querían poner “el Dany se la come”.
Se obtienen con esfuerzo, optimismo, esperanza, trabajo, deporte, ímpetu, turismo, confianza y compromiso. Llamativamente, conseguir esta moneda en la Casa Rosada, en Olivos o en algún local de La Cámpora es más difícil que comprar dólares a precio oficial en la City. Prefieren garpar todo con los billetes de Mariotto. Ah, un dato interesante: están hechos de un material resistente al fuego.
Otros billetes para entregar con gusto en caso de asalto, así te queda la idea de que fue solo una “sensación”. También fueron pensados para que los sopres tuvieran unos manguitos durante sus “salidas culturales”. Ante la consulta, el ex superministro y actual senador declaró enfático: “los mandé imprimir porque se me antoja”.
No hace falta aclarar en donde se imprimen. Con estos billetes te hacen importantes descuentos en motos, guitarras y clases de canto. Ni hablar si alquilás algo mayor a 300 metros cuadrados en Puerto Madero. Los expertos en numismática aseguran que existiría un billete comprometedor en el que Amado aparece junto a Vandenbroele.
Se imprimieron junto a los de Lorenzino pero los de Axel los sacaron pronto de circulación. Ideales para cargar combustible en cualquier estación YPF, pagar un pasaje en Aerolíneas o “colaborar” con La Cámpora. Eso sí, mejor que no te enganchen pasando uno de estos en España porque con la calentura que tienen te van a mandar de vuelta en canoa. Consejo: preparate para ver esas adorables y hermosas patillas cuando te toque cobrar la jubilación.
Los billetes tienen instalado un microchip que hace que la foto comience a hablar apenas arranca la Cadena Nacional. Ideal para no perderte las inauguraciones de la Presi cuando estás en el bondi o en la cola del súper. La misma voz te acusa de “golpista” si te escucha criticar al Gobierno o directamente te manda a la AFIP. Consejo: abandoná esa costumbre esconder la guita debajo del colchón porque te va a hacer chistes groseros cuando estés chichoneando con tu jermu.
Un 36% de los votantes de Capital preferiría andar con 100 monedas de un peso en los bolsillos antes que tocar estos billetes. Les dan asco. A nivel nacional no tienen respaldo y su utilización en la CABA depende mucho del barrio. En Recoleta, por ejemplo, se pueden usar para comprar cacerolas; en Barracas, en cambio, para improvisar fogatas y “calefaccionar” a los internos del Borda. Dicen que le ofrecieron a Mauricio la emisión de estos billetes pero tampoco quiso hacerse cargo.