Esta es mi tribuna de opinión frente a los grandes temas nacionales. Bueno... algunos no tan grandes. También hay un poco de humor, anécdotas, comentarios sobre música, en fin... boludeces. ¡¡Den la cara, si son guapos!!
viernes, 17 de febrero de 2012
sábado, 11 de febrero de 2012
Muchacho de Bajo Belgrano
Extracto de la editorial de Roberto Pettinato en la revista "La Mano" de abril de 2006 (dedicada íntegramente a Luis Alberto Spinetta).
"...Artaud ya era rarísimo como poeta y escritor (desde los Tarahumara hasta las Cartas de Rodez). Era como un demente que atraía a otros dementes y así formaban un enjambre del que un Joyce saldría ileso como si fuera el más sano de la clase. Entre los dementes atraídos estaba lógicamente Spinetta. A los que nos gustaba Artaud o el primero de Invisible, podíamos ahora sí levantar el estandarte de una locura por momentos incomprensible. Era como si Spinetta nos hubiera dado la llave que abría la habitación más extraña, pero también; apenas pasabas del otro lado, se te cerraba detrás tuyo y no sé si volvías a salir, por lo menos tal como habías entrado. Spinetta era El Libro. El Anillo Revelador.
El que te llevaba por un océano de palabras e imágenes que no encontrarías en los demás que representabas simplemente: música. Me acuerdo la primera vez que lo ví. Fue en el Club Gimnasia y Esgrima. Eramos tres que íbamos a verlo porque sabíamos que tocaría ahí. Delante mío había sillas de metal y gente mayor (socios del Club) que al igual que todos, habían concurrido a un espectáculo más de... los Carnavales en Gimnasia y Esgrima.
De pronto apareció este tipo completamente calvo. Pelado como Luca. Se sentó y tocó canciones acústicas y absolutamente nadie de los presentes entendió de qué se trataba. Los ancianos comían choripanes y Coca en vasos de plástico y de pronto la noche se lo llevó del escenario y apareció una banda cualquiera como si estuviésemos realmente en una peña folklórica. Después entramos al salón del Club y el disc jockey puso música para bailar. No conseguimos ninguna chica. De hecho casi no recuerdo que las hubiera, sino niños y más niños correteando como salvajes de un lado a otro de la pista.
Un día, después de tantos años, hablando con Pérez y Bitar, les dije que quería un número completamente dedicado a este personaje, pero no para lanzar una flor tras otra, sino intentar entre todos explicarnos y descifrar y resolver este misterio que es Spinetta. Un misterio con el cual uno no deja de sorprenderse.
Escuchabas las historias más disparatadas: de creerlo un ser de luz total -venido a la Tierra para liberarnos- ¡¡¡a enterarte que era fanático de River!!! ¿Quién podría sospechar que Spinetta se detendría en algo tan banal como el fútbol? O bien enterarte de sus celos pasionales, de sus histerias que podían llevarlo al llanto como un niño, porque la portada de su disco no había sido como el pretendió que fuera. Y qué de sus fanatismos repentinos, como cuando sólo escuchaba a Gino Vanelli o su enamoramiento con John Mc Laughlin que lo llevaron a una vana imitación de velocidad guitarrística con Spinetta Jade, que por suerte no prosperó. Un día, siendo el director de Expreso Imaginario, recuerdo tenerlo al lado mío con su cuaderno "Arte" azul, en el cual había escrito largos discursos que no paraba de leerme en voz alta para escuchar mi opinión, o tal vez para escucharse a sí mismo.
Porque si de algo tenías que enterarte, era que Spinetta -cuando hablaba, escribía u opinaba- siempre tenía la razón... y si no pensabas que la tenía; igualmente te sentías un gusano venido a menos.
Spinetta se las ingeniaba siempre para que sintieras que te estabas perdiendo algo inédito en el mundo; algo repleto de seres invisibles que sólo él podía ver y que no estaba demasiado dispuesto a regalarlos así como así.
Nadie sabe a ciencia cierta como formó esa personalidad entre egocéntrica y frágil como un papel.
Un día le dije que no entendía Invisible y su mirada me atravesó. Otro día me dijo que Peter Hammil le parecía un nazi cantando, sólo por el hecho de que habías mostrado admiración por otro que no fuera, únicamente él. ¡Ni hablar del día en que alguien osó comparar Invisible, con ciertas influencias de King Crimson!!!
Todavía se escuchan sus gritos en la redacción. Y ahora también recuerdo cuando cubrí la gira de Almendra por todo el interior presentando "El valle interior". El malestar, el enojo de Spinetta había crecido fuera de toda proporción porque Edelmiro Molinari había vuelto de Estados Unidos fanatizado con el tiro al arco...
Edelmiro llevaba consigo toda la parafernalia profesional de un tirador, y el alma sensible de Spinetta no podía soportar verlo lanzar flechas a los árboles. Por el amor de Dios... estaba lastimando la naturaleza, estaba hiriendo a los árboles y eso, en la mente de Spinetta, resulta algo inadmisible. Pero su atrapante figura se formó así.
Y también la que lo convirtió en un ser "único".
Es más: estoy convencido (como tantos) que NADIE en el mundo entero, ha hecho una música siquiera parecida... y aunque escuché su furia porque la CBS de los Estados Unidos, en una gacetilla de prensa había dicho que Pescado Rabioso era una suerte de Led Zeppelin, sigo creyendo que su material es definitivamente, una novedad insondable...
Spinetta ha sido el ser humano que uno más tardaba en reconocer, justamente como tal. Cientos de capas lo cubrían para evitar ser considerado un ser de carne y hueso. Y de alguna forma, de tanto insistir; lo logró...
En este número de la revista, la idea consiste en descubrir todo ese mundo... desde los tiempos en que gastábamos sus discos, hasta los largos períodos en que dejamos de escucharlo, o nos perdimos la otra mitad de su carrera. La carrera de un músico absolutamente único en el rock nacional.
Quiero decir: comparemos cualquier tema de Spinetta con el de otro... ¡¡¡y veremos que ni siquiera podremos sacar los tonos de una canción!!! Sus letras rara vez bajaban a una Avenida Rivadavia y si decía "Las golondrinas de Plaza de Mayo" creíamos que se trataba de una humorada o de un mensaje cifrado...
Lejos de Páez, de Charly, de los Redondos, de Tanguito, de los Abuelos, de Sumo, de cualquiera... Spinetta realmente formó su propio universo y sus productos funcionaron como si se tratara de simple rock and roll.
Es más; sus conciertos -hasta el día de hoy- se escuchan de sentado y en teatros. Ni clubes, ni mucho menos discotecas. Si uno lo compara, todos los demás parecen una feria hippie en Plaza Francia y él, un Museo de Arte Moderno y Contemporáneo. Espero que este número -aunque no sea suficiente- baste para que por primera vez una revista dedique toda su edición a una personalidad tan compleja, quejosa, divertida, surrealista, retorcida, hiperkinética, como la de este... ¿cómo decirlo? muchacho de Bajo Belgrano".
![]() |
Así lo caricaturicé al Flaco durante mi curso de dibujo humorístico con Garaycochea, allá por mediados de los '80. |
![]() |
... y así me salió la reproducción (con lápiz y birome negra) de la tapa del primero de Invisible. |
miércoles, 8 de febrero de 2012
Dale Gracias
![]() |
Luis Alberto Spinetta (1950-2012) |
DALE GRACIAS...
...por la nave de fibra hecha en Haedo...
...por su fina ropa blanca despojándose al sol...
...por conservar y cuidar con amor este jardín de gente...
...por la lenta bruma cansada de dar al muelle...
...por la piedra y ala de láser y de misterio...
...por ver si acaso gano algo en la rifa del viento...
...por una brisa inmensa de libertad...
...por los gnomos de lata que de noche nunca ríen...
...por un sueño de luz, como en la niñez, un sueño que es un dulce amanecer...
...porque la lluvia borra la maldad y lava todas las heridas de tu alma...
...porque fue tu corazón el que la guerra frenó...
...por tu radiante cuerpo que estás tan harta de vagar...
...por el ombligo de piedra marcado...
...por la luz de la aldea de los niños que escriben en el cielo...
...por todas las ventiscas que iluminaron tu alma...
...por las uvas viejas de un amor en el placard...
...por mirar a través de la rejilla del cielo...
...porque he de gritarle a los vientos hasta reventar, aunque solo quede tiempo en mi lugar...
...porque nadie se percata que los árboles murmuran sus lamentos hasta el mar...
...por los libros de la buena memoria...
...porque al volver de la luna, de mi cuerpo inmediato, estoy tentado con mirarte más...
...porque aunque el sol se nuble después, sos alma de diamante...
...porque ya viene la lluvia y las cosas caen sin desengaño...
...porque con la perturbación de la aurora, la diosa despertó...
...porque durante el diluvio, tu piel tendrá el acero de los peces...
...porque este ensueño es un silbido más en el viento...
...porque todos dicen que quizá el amor vuelva un día, si es que este muro se logra derribar...
...porque es inútil que pretendas brillar con tu historia personal; recuerda que un guerrero no detiene jamás su marcha...
Gracias por tu música y tu poesía. Hasta siempre, Flaco.
viernes, 3 de febrero de 2012
Consejos para que una entrevistada abandone un móvil
Atención periodistas, pseudos periodistas, panelistas y vedetongas devenidas en conductoras y/o entrevistadoras. Tomen nota que esto no falla.
1) Preguntarle por el bajo rating de su reciente programa.
2) Si no reaccionó mal, insistir con lo del bajo rating.
3) Si argumenta que es un canal de bajo encendido, decirle -con absoluta buena leche- que es raro porque en ese mismo canal (de bajo encendido) hay determinados programas que miden bien.
4) Si sigue mostrando sangre de horchata, pedirle que explique el porqué del bajo rating.
5) Si hasta acá continúa con esa postura caprichosa de negar todo, redoblar la apuesta y afirmarle directamente que el programa fue un fracaso. Y hacer que lo reconozca, por supuesto.
6) Si persiste la resistencia de la invitada, empezar a cagarla a pedos por las respuestas “poco convincentes” que da.
7) Si argumenta que al programa le faltó tiempo, gastarla preguntándole si cree que en una repetición andaría bien. Esta no puede fallar, van a ver.
8) Si la entrevistada empieza a levantar presión, justificarle con voz inocentona que son periodistas y sólo quieren preguntar.
9) Si la entrevistada se aviva de la chicana de hacerle decir lo que uno quiere, recular y jurarle que nadie en el estudio dijo que el programa en cuestión fue un fracaso. Qué va.
10) Si se calienta aun más, confesarle que es una pena que se la vea así, tan enojada, con lo simpática que supo ser en otros tiempos.
11) Si dice que la están atacando, tranquilizarla jurándole que jamás de los jamáses le tiraron el programa encima y que el único objetivo es tener una charla distendida.
12) Si el tema está agotado y la entrevistada se recompone, cambiar de frente y empezar a pegarle con otra cosa.
13) Si vuelve a contestar como el culo, chicanearla diciéndole que no está escuchando lo que se le pregunta. Tratarla de idiota, bah.
14) Para no dejarla knock out del todo (esto es importante), levantarle un poquito la autoestima mencionándole todos sus éxitos. Un ratito nomás, para que parezca que no hay nada en su contra.
15) Si la entrevista amaga recomponerse nuevamente, hacerle una pregunta descolgada que no sepa responder para luego achacarle que “no sabe nada de nada” y que no tiene experiencia en el medio.
16) Si la cosa se enreda entre explicaciones y argumentos de un lado y del otro, jurarle con el mismo tono inocentón de antes (fingido, por supuesto) que en ningún momento tuvieron la intención de que se ponga mal.
17) Si la cosa se desmadra completamente, asegurarle que en todo caso la mala leche la puso ella y que si todos la atacan por algo será. Psicopateo, que le dicen.
18) Si abandona el móvil (¡misión cumplida!), exclamar indignado que al final no hubo una sola pregunta que le viniera bien. Qué tanto, che.
Ah, me olvidaba, con el instructivo vinieron estos videítos de ejemplo:
lunes, 30 de enero de 2012
Bloqueos buenos y bloqueos malos
Che, decídanse de una vez por todas porque me están confundiendo. Al final, ¿está bien o está mal bloquear empresas?
miércoles, 25 de enero de 2012
Ah, cómo... ¿a uno no y al otro sí?
Los dos renunciaron a la conducción del Partido Justicialista. Al bonaerense, Moyano, y al nacional, Kirchner. Sin embargo al primero le dijeron “alpiste” y al segundo le fueron a pedir casi de rodillas que vuelva a asumir. Y para acumular coincidencias, fue Daniel Scioli quien intentó torcer sus decisiones en ambas oportunidades. Para pasarlo en limpio, la cosa sería más o menos así: si una renuncia no conviene (la de Néstor) tiene el valor de un billete de tres pesos y si conviene (la de Hugo) es palabra santa, no hay marcha atrás. Y en este caso disparo sobre el oficialismo, pero todos los gobiernos han hecho de esta práctica acomodaticia una moneda corriente. Todos. A no ofenderse solo los K.
A raíz de esta aceptada dualidad, resulta que hoy tenemos monopolios buenos y monopolios malos, corrupción buena y corrupción mala, contaminantes buenos (cianuro) y contaminantes malos (glifosato), ascos buenos y ascos malos, los que se van del oficialismo son “traidores a la patria” pero los conversos son almas puras que entendieron la causa nacional y popular, el 64% de Macri no le da derecho a hacer lo que se le canta pero con el 54% de Cristina hay que “tenerla adentro” sin chistar... Y así indefinidamente.
Faltan casi 4 años para las próximas elecciones presidenciales, pero a los posibles candidatos ya les convendría ir sincerándose. Basta de eslogans como “Cristina, Cobos y vos” o “Síganme que no los voy a defraudar”. La mejor frase de campaña para sintetizar sus futuros actos de gobierno es “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”. Subjetividad pura.
sábado, 21 de enero de 2012
viernes, 20 de enero de 2012
Fútbol de verano
Como todo el mundo sabe, el pasado 5 de enero se disputó un partido de fútbol en el cual el Gobernador Daniel Scioli se enfrentó con el Jefe Porteño Mauricio Macri. Dicho sea de paso, el equipo del bonaerense, “Villa La Ñata”, derrotó 10 a 5 al “Boca Juniors” de Mauri. Estamos en la Argentina y no hace falta imaginarse que el controvertido match causó un revuelo político de aquellos. A algunos les pareció bien y a otros no tanto, por no decir que casi vomitan. Lo cierto es que un par de empresarios deportivos vieron el filón y armaron el torneíto “Confraternidad Política 2012” (le iban a poner también “Néstor Kirchner” pero a último momento recularon). Estas son las imágenes de lo que fue la primera fecha.
El equipo “Clarín Miente” de Guillermo Moreno versus “Apocalipsis Now” de Elisa Carrío. El Secretario de Comercio prohibió el ingreso de balones a su área y Lilita acusó al árbitro de corrupto, con supuestas pruebas que nunca presentó. Sobre el final le pidieron a Moreno que hiciera un balance del partido: “No me voy conforme, haremos un mejor ‘papel’ cuando lo controle el Estado”, subrayó.
El equipo “Serrucho Veloz” de Gabriel Mariotto contra “Se me fue Silvestre” de Marcelo Bonelli. Dicen que el vice de Scioli también quería bautizar a su team “Los Angeles de EL”, pero le avisaron que ese nombre lo va a usar el equipo de Alicia y Cristina cuando esta última se reponga. Para que el 5 rival no monopolice la pelota, Mariotto mandó a sacar urgente la Ley de Medio... Campo. Al término del encuentro, la autocrítica de Bonelli fue tajante: “Todo Negativo”.
La escuadra “Clarín Devolvé a los Pibes” de Orlando Barone se enfrenta aquí a “Conmigo No Fútbol Club” de Beatriz Sarlo. El partido fue interrumpido varias veces porque en cada fallo adverso, el periodista acusaba al árbitro de estar comprado por la “corpo” y la “opo”. La Sarlo festejó un gol trepada al alambrado y Barone le sacó una foto para mostrar en “678” que la escritora tiene genes gorilas.
El team “Sensación de Inseguridad” capitaneado por Aníbal Fernández versus “Paren de robar con los 70” de Lanata. El periodista estuvo un poco lento a causa del faso y al actual senador se lo vio tan habilidoso como cuando justifica algún moco del Gobierno. “¡¡¡Teto, teto, teto... empleado de Magnetto!!!”, entonaba la barrabrava del equipo del quilmeño. Al estilo Rabolini y Awada, las mujeres de ambos charlaron animadamente en la platea. ¿El tema? El emotivo final de “Bailando por un sueño”.
El equipo “Lo único que me autorizaron a tocar es la guitarra” de Amado Boudou se enfrenta con “Dicen que soy aburrido 2” de Hermes Binner. Al vice de Cristina le tiraron 2 o 3 pases en diagonal pero no llegó ni con la moto. Por su parte, el ex de Santa Fé se abstuvo de poner pierna fuerte: “mi perfil es de número 5 fino, al estilo Maranga”, avisó. Sobre la hora, Amado erró un penal porque detrás del arco estaba como porrista la diputada Vicky Donda.
Aquí se ve al “Tatatá Juniors” de Víctor Hugo midiendo fuerzas con “Tenés Miedo Sporting Club” de Luis Majul. Dicen off the record que Luisito tuvo miedo en serio al enterarse que si ganaba le tocaba enfrentar a “Carne para todos”, equipo cuyo marcador central es Alberto Samid.
El team “Tomemos Tribunales” de Hebe de Bonafini contra “Aloé Vera” (cada día más propiedades) de Sergio Schoklender. En algún momento de sus vidas llegaron a jugar en el mismo equipo, pero el DT los rajó a patadas porque eran un desastre a la hora de “construir paredes”.
Partido de fútbol íntegramente femenino. En la imagen se ve a la escuadra “Cristina Eterna” liderada por Diana Conti versus “La Inoxidable” de Patricia Bullrich. Según los memoriosos, la diputada opositora, conocida cariñosamente como “La Piba”, vistió más camisetas que el “Tweety” Carrario.
lunes, 16 de enero de 2012
El relax puede esperar

Para determinado sector
del género humano, las vacaciones son un período que sirve para desconectarse
de la rutina cotidiana y realizar actividades relajantes, novedosas, exóticas o
placenteramente riesgosas. O para no realizar nada, directamente. El cuerpo y
la mente se desintoxican y uno vuelve renovado y con las pilas cargadas para
encarar el nuevo ciclo laboral. Sin embargo, existe otro grupete que toma este
anhelado impasse en el trabajo como
una prolongación de todo lo que vienen haciendo durante el resto del año. Es
decir, no cortan ni muestran intenciones de cortar. Repiten con gusto los
mismos hábitos, las mismas costumbres y, aunque parezca mentira, los mismos
padecimientos. Y protagonizan situaciones como las que siguen a continuación.
VAMOS A LA PLAYA
Me animaría a decir que la gran mayoría de estos especímenes elige como destino a la Costa Atlántica. Pueden llegar a veranear en Pinamar, en Gesell, en Punta si les da el cuero, pero su lugar en el mundo es Mar del Plata y en el mes de Enero. Se los van imaginando, ¿no?
Sus días son largos y arrancan agitados. Si no optan por las atestadas playas del Centro, se suben al auto y parten en numerosa y conflictiva prole hacia los balnearios que están más allá del Puerto. Por supuesto, en el camino se encuentran con esa manada motorizada que tuvo la misma idea que ellos, y el habitáculo se caldea porque todos se reprochan no haber salido más temprano. Llenan de puteadas al conductor de adelante porque no anunció un giro a la izquierda, maldicen a un semáforo que no está sincronizado, y con algo de esfuerzo llegan. Alterados pero llegan.

Previo altercado con el
“trapito” de turno que les quiere hacer dejar el auto a 200 metros de la arena,
se abocan a la tarea de desensillar. Sacan del baúl las lonas, el juego de tejo
y la pesada sombrilla. El calor empieza a apretar y al chequear el interior de
la heladerita se arma el primer toletole del día. “¡Faltan los sanguches de mortadela! ¿Dónde carajo están?”,
pregunta contrariado el jefe de familia, cuyo humor ya viene medio flojo de
papeles a causa del tráfico. “Yo los dejé
arriba de la mesa”, responde una de las hijas para deslindar culpas,
mientras intercambia mensajitos con su novio que está en Mar del Tuyú. “Uy, ¿no me digas que quedaron en el
departamento?”, se lamenta la esposa llevándose la mano a la frente. “¡¡¡Me querés decir ahora qué mierda como;
si saben perfectamente que no me gustan los de salchichón primavera!!!”,
dispara el hombre casi a los gritos. “Bueno,
te los comés a la noche, papá”, sugiere el hijo varón para poner paños
fríos. “No digas pelotudeces. ¿Sabés cómo
van a estar esos sandwiches a la noche? ¡¡¡No te los toco ni en pedo!!!”,
avisa furioso y con la presión en franco ascenso. Por supuesto, la cara de orto
le quedará para el resto del día, pero esto es sólo el comienzo.

En el camino vuelven a
trenzarse acaloradamente por esa reposera que nadie quiere acarrear y
finalmente hacen su entrada triunfal al reducto playero. Encontrar un metro
cuadrado donde clavar la sombrilla es una misión imposible, y más aun
deambulando sobre una arena que cocinaría un pollo en cuestión de minutos.
Todos marchan con precaución; es que bajarse accidentalmente de las ojotas
significaría cambiar de planes y rumbear urgente hacia algún centro del
quemado.
LAS OLAS Y EL VIENTO
Llega el momento de
arrimarse a la orilla, y para tamaña empresa deben lidiar con una barrera
humana más impenetrable que el Amazonas. Consejo para los hombres: avanzá sin
distraerte; por mirar excesivamente un culo podés llegar a pisar un pie, patear
una barriga o caer en una fosa de dos metros cavada por un grupo de párvulos
inquietos. Consejo para toda la familia: si tenés GPS, cargá el waypoint de la
sombrilla porque el regreso del mar puede ser complicado. Acordate que la arena
está que pela.
La hora del almuerzo
tampoco está exenta de conflictos. El marido se lastra el salchichón no sin
mostrar cara de asco, la niña más chica berrea porque la gaseosa está caliente, y el púber del medio protesta porque no trajeron la mayonesa. Todos mastican
tensos porque saben que el peligro acecha: cualquier alimento que aterrice en
la arena quedará irremediablemente rebozado y su destino será el tacho de
basura. La gaseosa caliente ya está intomable y todos están con los chegusán a
mitad del gañote porque el cocacolero se demoró en el balneario de al lado.
NOS VAMOS PONIENDO TECNOS
Como no podría ser de
otra manera, estos veraneantes tampoco pueden abandonar su condición de workaholics o de adictos a la
tecnología. No saben muy bien porqué pero los aterra vivir desconectados.
Necesitan mandar mensajes, chequear mails y compartir sus devenires con todos
sus contactos. Si la playa elegida tiene servicio de Wi-Fi, los smartphones,
las tablets y las notebooks empiezan a trabajar a destajo. “No se imaginan el
orto que acabo de ver”, publica el adolescente jeropa en su muro de facebook.
La vulgaridad del comentario pasa a segundo plano, lo importante es que abajo
se lea bien clarito “enviado desde un dispositivo móvil”. “¿Por qué me cuesta
atravesar la rompiente?”, pregunta en cambio la madre cuarentona a través de la
misma red social. Los 58 “me gusta” que recibe en menos de 10 minutos la animan
a más: “¡¡¡La ola me llevó las ojotaaaaaas!!! ¡¡¡Qué bajooooónnnnnn!!!!!!!!!”,
vuelve a escribir. “¡¡¡¡¡Boludaaaaaaa!!!!!!”, recibe sin anestesia por parte de
algún contacto que está al reverendo pedo en Buenos Aires, pero que no se quedó
para nada corto con el epíteto. “Me acaba de picar una agua viva y me arde”,
publica la hija mayor desde su cuenta de twitter, para preocupación de sus followers. “El salchichón me cayó para
el ojete”, escribe el jefe de familia sentado en el biorsi del balneario, con
una mano sosteniendo el smartphone y con la otra arañando los azulejos. Me
imagino el día que inventen los teléfonos sumergibles: “¡¡¡¡Me estoy
ahogandoooooo!!!!”, va a postear algún pelotudo.
REGRESO SIN GLORIA
Es tiempo de levantar
campamento y regresar al hotel o a la casa alquilada. Guardan el mate, lo que
quedó de las facturas y el padre caga a pedos nuevamente al hijo porque no sabe
plegar las reposeras. “Che, falta un
tejo”, anuncia una de las hijas con rostro serio. La noticia cae como un
baldazo de agua más fría que la del mar. Todos se ponen a buscar frenéticamente
la pieza, hasta que regresa la madre del baño y avisa que ya faltaba desde el
verano pasado.

Con desgano, vuelven a
meter todo en el baúl y arrancan. El auto permaneció 8 largas horas al sol y su
temperatura interior deja al Cañón de Talampaya a la altura de una base
antártica. La ruta es un caos, parece el Éxodo Jujeño. Desde la playa hasta el
Puerto no salen de primera y segunda y después del Puerto, de segunda y
primera, o sea, peor. “¡¡¿¿Dónde querés
que te lleve, master??!!”, le grita furioso el hombre a un pobre flaquito que
le hace dedo en la banquina. El aire acondicionado enfría la transpiración y se
escucha algún que otro estornudo. El hijo no puede apoyar la espalda en el
asiento porque de canchero rehusó ponerse pantalla y el sol se la dejó como un
morrón.
Aterrizan en el Centro y
el drama ahora es encontrar estacionamiento. Todos los automovilistas están en
la misma y se tiran arriba del primer huequito cual aguiluchos hambrientos. A
la vigésima vuelta manzana se convencen de que lo mejor es pagar una cochera. “Me quedó un lugarcito en el quinto
subsuelo, capo”, le tira con voz ronca el encargado. La familia se
baja en la calle y el hombre regresa a pie de las profundidades con las
pulsaciones en 180.
EL QUE ESPERA DESESPERA
Luego de los clásicos y
conflictivos turnos para ducharse, deciden salir a cenar afuera. Y la cosa
también viene complicada, para qué te voy a mentir. En el restaurant de pastas
hay cola. En la parrillita avisan que hay 30 minutos de espera. En el tenedor
libre de la peatonal, 45’. En el de pescados y mariscos se acaba de esguinzar
un mozo y no dan seguridad de nada. Al final optan por el de la carne a las
brasas y aceptan mansamente la demora. Y es curioso el comportamiento de
determinadas personas: reaccionan con bocinazos y puteadas frente a un
embotellamiento de tránsito y al mismo tiempo son capaces de apostarse una hora
en la calle para entrar a comer a un restaurant. Difícil de explicar hasta para
un sociólogo.
Finaliza la cena y para
apurar la digestión salen a dar la vuelta al perro por la peatonal. Es
imposible dar dos pasos seguidos sin esquivar a un mantero o aplastarle un
reloj a algún morocho senegalés. Sus desplazamientos son a velocidad de tortuga
embarazada porque en la misma cuadra se juntaron un mimo, un imitador de Sabina
y un par de ladris enseñando a bailar reggaetón.

BALANCE DE LAS VACACIONES
Toda la troupe vuelve a
Buenos Aires más estresada (y peleada) de lo que se fue. Sin embargo, en la
oficina, en el café, en el gimnasio y en las charlas de peluquería se
escucharán declaraciones como “¡Ahhh,
durante estos días que estuvimos afuera, no te das una idea de cómo nos
desenchufamos!”, “¡Qué bien que te
hace cambiar de aire!”. ¿De qué se desenchufaron? ¿Qué aire cambiaron?
¿Será sincero lo que dicen? ¿Quisieron desenchufarse o en realidad
buscaron trasladar 400, 500 o 1000 kilómetros su rutina diaria para sentirse seguros
en un sitio alejado de su hogar?
Alguna vez leí que a la mayoría de los seres humanos nos asusta lo que no conocemos bien, y para sentirnos a salvo recurrimos a rituales que nos acercan más a nuestra vida cotidiana, nos refugiamos en actividades que podemos dominar. Y exactamente eso es lo que ocurre año tras año en nuestras playas. “Sabés que estando allá no extrañé para nada Buenos Aires”, agregará presumido algún otro por ahí. Y cómo van a extrañar si nunca se fueron.
Alguna vez leí que a la mayoría de los seres humanos nos asusta lo que no conocemos bien, y para sentirnos a salvo recurrimos a rituales que nos acercan más a nuestra vida cotidiana, nos refugiamos en actividades que podemos dominar. Y exactamente eso es lo que ocurre año tras año en nuestras playas. “Sabés que estando allá no extrañé para nada Buenos Aires”, agregará presumido algún otro por ahí. Y cómo van a extrañar si nunca se fueron.
Aclaración por si hace falta: Mar del Plata me parece una de las ciudades más lindas de la Argentina... durante el resto del año y sin turistas, por supuesto.
sábado, 31 de diciembre de 2011
Hasta siempre, Diego
El tecladista Diego Rapoport falleció repentinamente anoche de un paro cardiovascular mientras se dirigía hacia Bariloche, su ciudad de residencia. Volvía de visitar a su amigo Luis Alberto Spinetta, ya que estaba al tanto de su enfermedad.
Rapoport se hizo conocido precisamente en la emblemática banda del “Flaco”, Spinetta Jade, colaborando activamente en los dos primeros álbumes: “Alma de diamante” y “Los niños que escriben en el cielo”. Además, en los años 70 y 80 su exquisito teclado acompañó también a bandas y solistas del rock nacional como Serú Girán, Raíces, Seleste y David Lebón, entre otros. En pleno éxito, cambió el frenesí porteño por la tranquilidad y la belleza de la Patagonia donde compartió escenarios con diversos artistas y transmitió su arte a cientos de alumnos.
.
.
“Siento que con él (Spinetta) he tenido un contacto musical que con muy poca gente tuve. Aparte por la sencilla razón de que la música de Luis siempre me gustó mucho. Cuando nos ponemos a tocar juntos hay una comunicación enorme, que la tengo con otros músicos pero con Luis es como si sintonizáramos la misma frecuencia y entonces es impresionante lo que sale (...) Mi estilo tiene muchísimas influencias. Yo no sé si tengo estilo inclusive. Durante muchos años mis ídolos fueron Oscar Peterson y Bill Evans y eso se nota. Empecé a escuchar otro tipo de cosas luego, como Hancock, Corea y Jarrett, que es lo más increíble que hay” (de un reportaje publicado en la revista "Expreso Imaginario", allá por el año '79 u '80).
.
Les dejo 3 temas para que lo aprecien en toda su dimensión:
.
Les dejo 3 temas para que lo aprecien en toda su dimensión:
Un viento celeste - Spinetta Jade, del álbum "Los niños que escriben en el cielo".
Tema de Nayla - Serú Girán, del álbum "Bicicleta".
miércoles, 28 de diciembre de 2011
lunes, 19 de diciembre de 2011
La nueva historia argentina
Fuentes confiables aseguran que, a expreso pedido del Gobierno, nuestros científicos nac & pop han logrado inventar la mítica Máquina del Tiempo. Es más, durante estos últimos meses, un importante grupo de funcionarios, políticos, intelectuales y artistas ha estado viajando secretamente a épocas pasadas con el objetivo de realizar algunos pequeños “ajustes” en la historia argentina. Para que cierre un poquito mejor, ¿vieron? Vendría a ser una onda “Volver al Futuro” o “Terminator”, ¿se acuerdan? Dicen que las misiones fueron un éxito y así lo prueban los siguientes cuadros inéditos encontrados recientemente en viejos depósitos, bibliotecas y museos, y que pronto serán dados a publicidad. Pacho y los muchachos del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico agradecidos. Los niños argentinos: a estudiar todo de nuevo.
Arrancamos con la primera. Cristina funda por segunda vez la Ciudad de Buenos Aires. El señor de pechera naranja que aparece debajo de la espada tiene un asombroso parecido a Schoklender, lo que siembra dudas sobre cómo fueron construidas las primeras viviendas. El indígena que se ve a la derecha mira la escena con respeto; “si te portás mal lo llamo a Insfran”, le habría dicho la presi. Dicen los expertos que esta imagen tiene tanto valor como un título de propiedad y serviría para rajarlo a Macri. Ah, y según los revisionistas, el tal Juan de Garay nunca existió; al único Garay que reconocen es a “Cacho”, el contador de chistes.
Al terminar las invasiones inglesas, Beresford no se rinde frente a Liniers sino ante el súper secretario Guillermo Moreno. “Hasta lo del aceite hirviendo la veníamos piloteando bien, pero cuando lo vimos calzarse los guantes de box nos cagamos todos”, declaró el militar ingles en rueda de prensa. Para compensar la humillación le regalaron unos terrenitos en la Patagonia.
Olvidensé de los nombres de esas calles que atraviesan el barrio de Once; esta es la verdadera Primera Junta de Gobierno surgida el 25 de mayo de 1810 (el segundo 25 de mayo más famoso). No hace falta presentar a los muchachos que aparecen en esta hermosa pintura de época. Dicen que Boudou salió al balcón a cantar y Moreno se ocupó de investigar de dónde salía el papel para el diario de su tocayo, “La Gazeta”. Ante el grito popular “¡¡¡el pueblo quiere saber de qué se trata!!!”, la Junta le ordenó a Barone: “Orly, salí y justificá lo injustificable como vos sabés”.
Contrariamente a lo que se cree, la bandera no fue creada por el General Manuel Belgrano sino por Cristina. Y no fue a orillas del Paraná sino del lago Argentino y con el glaciar de fondo.
Creación del Himno Nacional Argentino. Olvidensé de Blas Parera y Margarita Sánchez de Thompson; la canción patria sonó por primera vez en el piano de Fito y la voz de la ex “pechocha” Flor Peña.
No se confundan, Güemes es sólo una calle fashion de Mar del Plata y una galería porteña que une las calles Florida y San Martín. Los famosos gauchos fueron creados por Máximo y son los antecesores de La Cámpora.
Se derriba otro mito, San Martín jamás cruzó la Cordillera de los Andes ni liberó Chile. La nueva versión oficial indica que días antes de salir le hicieron una fotomulta por exceso de velocidad con su caballo y se quedó sin puntos de scoring para montar. Adivinen quién fue en su reemplazo. “No se hagan los rulos”, les habría dicho a los realistas apenas piso suelo trasandino.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)