viernes, 25 de diciembre de 2015

¿En qué quedamos, muchachos?

No entiendo nada, che. A ver, pará un poquito porque no me coinciden los porcentajes. Dejame pensar... ¿Quién vendría a ser el 49% y quién el 51%? Ah, ya sé... ahora caigo. Los que saludan en inglés en el cartel de arriba son los vendepatria, buitres, cipayos y empleados de Magnetto y de la CIA. Pero... ¿y los de abajo? Esto está más complicado que el resultado de las elecciones en la AFA.

 
 

lunes, 21 de diciembre de 2015

Mentes brillantes

En estas cuestiones de la política, uno llega a pensar que ya lo leyó todo y que nada lo puede sorprender. Insultos, odios, ascos y descalificaciones de un lado y del otro ya son moneda corriente. Sin embargo, siempre hay un lugarcito para algo más. Siempre hay alguien decidido a redoblar la apuesta, a traspasar los límites. Puntualmente me refiero a esta joyita que apareció días pasados en twitter. Ni el querido diario Relojeadas al Sur se hubiera animado a poner un título semejante.
 
 
Y si el tuit te despeinó un poco (por no usar una expresión más contundente y grosera), más te va a asombrar la respuesta que esta simpática y poco objetiva opositora a Macri le propina a una "seguidora". Es fabuloso. Una acabada prueba de que el famoso "doñarrosismo" habita en ambos extremos del arco político.
 
 
O sea, siguiendo esta particular línea de razonamiento que, dicho sea de paso, desafía a todas las reglas del derecho, la culpa no la tiene aquello que te provoca un accidente, sino quien te ha hecho ir hasta el lugar donde ocurrió. Si tu jermu te manda a comprar fideos y en el camino se te cae un balcón en la sabiola, la culpa es de ella. Si tu jefe te manda a hacer un trámite y en el camino te chorean, la culpa es de él. Y así con todas las situaciones cotidianas que se te ocurran.
 
Claro que cuando uno elabora un razonamiento de estas características, tiene que aplicarlo a rajatabla en todos los casos similares. ¿Acá quién tuvo la culpa, @AnitaMontanaro? Seguramente también Macri.