sábado, 11 de febrero de 2012

Muchacho de Bajo Belgrano

Extracto de la editorial de Roberto Pettinato en la revista "La Mano" de abril de 2006 (dedicada íntegramente a Luis Alberto Spinetta).

"...Artaud ya era rarísimo como poeta y escritor (desde los Tarahumara hasta las Cartas de Rodez). Era como un demente que atraía a otros dementes y así formaban un enjambre del que un Joyce saldría ileso como si fuera el más sano de la clase. Entre los dementes atraídos estaba lógicamente Spinetta. A los que nos gustaba Artaud o el primero de Invisible, podíamos ahora sí levantar el estandarte de una locura por momentos incomprensible. Era como si Spinetta nos hubiera dado la llave que abría la habitación más extraña, pero también; apenas pasabas del otro lado, se te cerraba detrás tuyo y no sé si volvías a salir, por lo menos tal como habías entrado. Spinetta era El Libro. El Anillo Revelador.
El que te llevaba por un océano de palabras e imágenes que no encontrarías en los demás que representabas simplemente: música. Me acuerdo la primera vez que lo ví. Fue en el Club Gimnasia y Esgrima. Eramos tres que íbamos a verlo porque sabíamos que tocaría ahí. Delante mío había sillas de metal y gente mayor (socios del Club) que al igual que todos, habían concurrido a un espectáculo más de... los Carnavales en Gimnasia y Esgrima.
De pronto apareció este tipo completamente calvo. Pelado como Luca. Se sentó y tocó canciones acústicas y absolutamente nadie de los presentes entendió de qué se trataba. Los ancianos comían choripanes y Coca en vasos de plástico y de pronto la noche se lo llevó del escenario y apareció una banda cualquiera como si estuviésemos realmente en una peña folklórica. Después entramos al salón del Club y el disc jockey puso música para bailar. No conseguimos ninguna chica. De hecho casi no recuerdo que las hubiera, sino niños y más niños correteando como salvajes de un lado a otro de la pista.

Un día, después de tantos años, hablando con Pérez y Bitar, les dije que quería un número completamente dedicado a este personaje, pero no para lanzar una flor tras otra, sino intentar entre todos explicarnos y descifrar y resolver este misterio que es Spinetta. Un misterio con el cual uno no deja de sorprenderse.
Escuchabas las historias más disparatadas: de creerlo un ser de luz total -venido a la Tierra para liberarnos- ¡¡¡a enterarte que era fanático de River!!! ¿Quién podría sospechar que Spinetta se detendría en algo tan banal como el fútbol? O bien enterarte de sus celos pasionales, de sus histerias que podían llevarlo al llanto como un niño, porque la portada de su disco no había sido como el pretendió que fuera. Y qué de sus fanatismos repentinos, como cuando sólo escuchaba a Gino Vanelli o su enamoramiento con John Mc Laughlin que lo llevaron a una vana imitación de velocidad guitarrística con Spinetta Jade, que por suerte no prosperó. Un día, siendo el director de Expreso Imaginario, recuerdo tenerlo al lado mío con su cuaderno "Arte" azul, en el cual había escrito largos discursos que no paraba de leerme en voz alta para escuchar mi opinión, o tal vez para escucharse a sí mismo.
Porque si de algo tenías que enterarte, era que Spinetta -cuando hablaba, escribía u opinaba- siempre tenía la razón... y si no pensabas que la tenía; igualmente te sentías un gusano venido a menos.
Spinetta se las ingeniaba siempre para que sintieras que te estabas perdiendo algo inédito en el mundo; algo repleto de seres invisibles que sólo él podía ver y que no estaba demasiado dispuesto a regalarlos así como así.
Nadie sabe a ciencia cierta como formó esa personalidad entre egocéntrica y frágil como un papel.
Un día le dije que no entendía Invisible y su mirada me atravesó. Otro día me dijo que Peter Hammil le parecía un nazi cantando, sólo por el hecho de que habías mostrado admiración por otro que no fuera, únicamente él. ¡Ni hablar del día en que alguien osó comparar Invisible, con ciertas influencias de King Crimson!!!
Todavía se escuchan sus gritos en la redacción. Y ahora también recuerdo cuando cubrí la gira de Almendra por todo el interior presentando "El valle interior". El malestar, el enojo de Spinetta había crecido fuera de toda proporción porque Edelmiro Molinari había vuelto de Estados Unidos fanatizado con el tiro al arco...
Edelmiro llevaba consigo toda la parafernalia profesional de un tirador, y el alma sensible de Spinetta no podía soportar verlo lanzar flechas a los árboles. Por el amor de Dios... estaba lastimando la naturaleza, estaba hiriendo a los árboles y eso, en la mente de Spinetta, resulta algo inadmisible. Pero su atrapante figura se formó así.
Y también la que lo convirtió en un ser "único".
Es más: estoy convencido (como tantos) que NADIE en el mundo entero, ha hecho una música siquiera parecida... y aunque escuché su furia porque la CBS de los Estados Unidos, en una gacetilla de prensa había dicho que Pescado Rabioso era una suerte de Led Zeppelin, sigo creyendo que su material es definitivamente, una novedad insondable...

Spinetta ha sido el ser humano que uno más tardaba en reconocer, justamente como tal. Cientos de capas lo cubrían para evitar ser considerado un ser de carne y hueso. Y de alguna forma, de tanto insistir; lo logró...
En este número de la revista, la idea consiste en descubrir todo ese mundo... desde los tiempos en que gastábamos sus discos, hasta los largos períodos en que dejamos de escucharlo, o nos perdimos la otra mitad de su carrera. La carrera de un músico absolutamente único en el rock nacional.
Quiero decir: comparemos cualquier tema de Spinetta con el de otro... ¡¡¡y veremos que ni siquiera podremos sacar los tonos de una canción!!! Sus letras rara vez bajaban a una Avenida Rivadavia y si decía "Las golondrinas de Plaza de Mayo" creíamos que se trataba de una humorada o de un mensaje cifrado...

Lejos de Páez, de Charly, de los Redondos, de Tanguito, de los Abuelos, de Sumo, de cualquiera... Spinetta realmente formó su propio universo y sus productos funcionaron como si se tratara de simple rock and roll.
Es más; sus conciertos -hasta el día de hoy- se escuchan de sentado y en teatros. Ni clubes, ni mucho menos discotecas. Si uno lo compara, todos los demás parecen una feria hippie en Plaza Francia y él, un Museo de Arte Moderno y Contemporáneo. Espero que este número -aunque no sea suficiente- baste para que por primera vez una revista dedique toda su edición a una personalidad tan compleja, quejosa, divertida, surrealista, retorcida, hiperkinética, como la de este... ¿cómo decirlo? muchacho de Bajo Belgrano".
       Así lo caricaturicé al Flaco durante mi curso de dibujo
   humorístico con Garaycochea, allá por mediados de los '80.

... y así me salió la reproducción (con lápiz y birome negra)
de la tapa del primero de Invisible.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Dale Gracias

Luis Alberto Spinetta (1950-2012)
DALE GRACIAS...

...por la nave de fibra hecha en Haedo...

...por su fina ropa blanca despojándose al sol...

...por conservar y cuidar con amor este jardín de gente...

...por la lenta bruma cansada de dar al muelle...

...por la piedra y ala de láser y de misterio...

...por ver si acaso gano algo en la rifa del viento...

...por una brisa inmensa de libertad...

...por los gnomos de lata que de noche nunca ríen...

...por un sueño de luz, como en la niñez, un sueño que es un dulce amanecer...

...porque la lluvia borra la maldad y lava todas las heridas de tu alma...

...porque fue tu corazón el que la guerra frenó...

...por tu radiante cuerpo que estás tan harta de vagar...

...por el ombligo de piedra marcado...

...por la luz de la aldea de los niños que escriben en el cielo...

...por todas las ventiscas que iluminaron tu alma...

...por las uvas viejas de un amor en el placard...

...por mirar a través de la rejilla del cielo...

...porque he de gritarle a los vientos hasta reventar, aunque solo quede tiempo en mi lugar...

...porque nadie se percata que los árboles murmuran sus lamentos hasta el mar...

...por los libros de la buena memoria...

...porque al volver de la luna, de mi cuerpo inmediato, estoy tentado con mirarte más...

...porque aunque el sol se nuble después, sos alma de diamante...

...porque ya viene la lluvia y las cosas caen sin desengaño...

...porque con la perturbación de la aurora, la diosa despertó...

...porque durante el diluvio, tu piel tendrá el acero de los peces...

...porque este ensueño es un silbido más en el viento...

...porque todos dicen que quizá el amor vuelva un día, si es que este muro se logra derribar...

...porque es inútil que pretendas brillar con tu historia personal; recuerda que un guerrero no detiene jamás su marcha...

Dale gracias by Spinetta Jade on Grooveshark

Gracias por tu música y tu poesía. Hasta siempre, Flaco.

viernes, 3 de febrero de 2012

Consejos para que una entrevistada abandone un móvil

Atención periodistas, pseudos periodistas, panelistas y vedetongas devenidas en conductoras y/o entrevistadoras. Tomen nota que esto no falla.

1) Preguntarle por el bajo rating de su reciente programa.
2) Si no reaccionó mal, insistir con lo del bajo rating.
3) Si argumenta que es un canal de bajo encendido, decirle -con absoluta buena leche- que es raro porque en ese mismo canal (de bajo encendido) hay determinados programas que miden bien.
4) Si sigue mostrando sangre de horchata, pedirle que explique el porqué del bajo rating.
5) Si hasta acá continúa con esa postura caprichosa de negar todo, redoblar la apuesta y afirmarle directamente que el programa fue un fracaso. Y hacer que lo reconozca, por supuesto.
6) Si persiste la resistencia de la invitada, empezar a cagarla a pedos por las respuestas “poco convincentes” que da.
7) Si argumenta que al programa le faltó tiempo, gastarla preguntándole si cree que en una repetición andaría bien. Esta no puede fallar, van a ver.
8) Si la entrevistada empieza a levantar presión, justificarle con voz inocentona que son periodistas y sólo quieren preguntar.
9) Si la entrevistada se aviva de la chicana de hacerle decir lo que uno quiere, recular y jurarle que nadie en el estudio dijo que el programa en cuestión fue un fracaso. Qué va.
10) Si se calienta aun más, confesarle que es una pena que se la vea así, tan enojada, con lo simpática que supo ser en otros tiempos.
11) Si dice que la están atacando, tranquilizarla jurándole que jamás de los jamáses le tiraron el programa encima y que el único objetivo es tener una charla distendida.
12) Si el tema está agotado y la entrevistada se recompone, cambiar de frente y empezar a pegarle con otra cosa.
13) Si vuelve a contestar como el culo, chicanearla diciéndole que no está escuchando lo que se le pregunta. Tratarla de idiota, bah.
14) Para no dejarla knock out del todo (esto es importante), levantarle un poquito la autoestima mencionándole todos sus éxitos. Un ratito nomás, para que parezca que no hay nada en su contra.
15) Si la entrevista amaga recomponerse nuevamente, hacerle una pregunta descolgada que no sepa responder para luego achacarle que “no sabe nada de nada” y que no tiene experiencia en el medio.
16) Si la cosa se enreda entre explicaciones y argumentos de un lado y del otro, jurarle con el mismo tono inocentón de antes (fingido, por supuesto) que en ningún momento tuvieron la intención de que se ponga mal.
17) Si la cosa se desmadra completamente, asegurarle que en todo caso la mala leche la puso ella y que si todos la atacan por algo será. Psicopateo, que le dicen.
18) Si abandona el móvil (¡misión cumplida!), exclamar indignado que al final no hubo una sola pregunta que le viniera bien. Qué tanto, che.

Ah, me olvidaba, con el instructivo vinieron estos videítos de ejemplo: